Los rincones obscuros de la imaginación
Como todo en esta vida (y las que le sigan) existen cosas malas con lados buenos y cosas buenas con lados malos, si vemos todos los eventos que transcurren en el universo veremos que nada es totalmente blanco o negro, simplemente de tonos más brillantes u obscuros de gris.
Nosotros los imaginalogos sabemos que la imaginación igualmente puede ser tenebrosa, destructiva y agresiva, cuando el miedo se apodera de nuestros sentidos y bloquea nuestra capacidad de pensar lógicamente, dejándonos a merced de las terribles visiones que la mente convoque en su desesperado intento de auto preservarse o mantener el control de una situación. Hoy me di cuenta que me encontraba en dicho rincón obscuro, y todo por culpa de un pequeño insecto.
El día de ayer me encontraba regresando de comer en la plaza frente a mi hotel, y en el trayecto a mi habitación crucé el estacionamiento como de costumbre, nada nuevo al respecto, pasé la entrada del hotel y caminé en dirección a las escaleras que me llevarían a mi habitación, pero en el trayecto pasé por encima de una alcantarilla larga, y algo llamó mi atención. Un color rojo brillante sobre negro, me detuve casi paralizado. A no menos de diez centímetros de mi pie había una viuda negra… Ahora, muchos leerán esto y se reirán diciendo que es solo una araña, y en esencia tendrían toda la razón, Excepto por el pequeño detalle del veneno que portan estas arañas, sin mencionar mi irracional aracnofobia…
En ese instante, en ese fatídico momento sin siquiera darme cuenta entré en el obscuro rincón de mi imaginación donde las arañas gigantes asesinas viven, el lugar de mi mente donde todas las paredes están llenas de telarañas con pequeñas criaturas de ocho patas con venenos corrosivos que dejan los huesos de sus víctimas negros y donde en cada esquina o recoveco de todos los muebles puede esconder una viuda negra lista para morderme y causarme un daño que sin atención rápida puede ser irreversible o fatal (cada quien reacciona diferente a los venenos), un lugar terrible es este rincón de mi imaginación y lo peor de este rincón es lo difícil que puede ser salir de él.
Traté de “deshacerme” del bicho, pero para mí (mala) suerte se escapó y esto solo hizo mi recoveco imaginario obscuro aún más grande. Nunca había estado tan preocupado por un bicho y al llegar la noche mi imaginación literalmente se apodero de mis sentidos, por momentos sentí algo caminar por mi brazo (1 am) y luego en mi oído (2 am) culminando en un dolor agudo en la pierna que por momentos se sintió como una mordida (4 am) que en realidad fue un tirón de la tela de mi ropa….
Pase todo el día de hoy fuera del hotel y regresé alrededor de las 10:30 pm, cuando recorría el camino usual hacia mi habitación decidí revisar si la araña aún estaba ahí. Efectivamente mi némesis arácnida se encontraba en su lugar usual aún. Esto me hizo pensar, si no se movió de ahí tras mi intento de “deshacerme” del animal… Sería muy dudoso que dicha araña subiera las escaleras del hotel hasta el segundo piso, escurriéndose por debajo de la puerta de mi habitación para cruzar la sala y nuevamente pasar por debajo de otra puerta hacia la recamara, solo para subir por las sabanas de la cama y morderme.
El encargado del hotel se dio cuenta de que estaba muy concentrado en esa coladera y al ver lo que yo estaba haciendo fue a buscar insecticida y le dio una dosis que mataría a un oso… tras ver eso me sentí mucho mejor y creo que dormiré mejor hoy, aunque aquellos que saben sobre arañas (¿no puedes odiar algo que no conoces a fondo verdad?) saben que donde hay una, posiblemente existen muuuuchas mas (googlealo si no me crees… pero no soy responsable de tus rincones obscuros imaginarios).
Creo que la imaginación es algo genial que muchos tenemos, pero al mismo tiempo esta misma puede llevarnos a lugares horribles si no aprendemos a controlar nuestras percepciones y nuestros miedos irracionales.
The dark corners of the imagination
As with all things in this life (and the next one really) there are bad things with good sides to them and good things with bad stuff on the side. If we look at all events in the universe we will see that nothing is absolutely white or completely black, it is all simply many shades of gray, from really dark to really bright.
We imaginalogists know this holds true for the imagination as well, it can be creepy, destructive and aggressive. When fear takes over the senses and blocks logic and reason leaving us at the mercy (or lack of it) of the visions the mind can conjure in its desperate attempts to keep itself safe or maintain control over a situation. Today I found myself in this dark corner of my imagination thanks to a little bug.
Yesterday I was getting back from the mall across the street from my hotel; I walked through the front parking lot and crossed the big gates on the front, walked around the interior parking space that leads to the stairs that would lead me to my quarters and into my cozy bed. But on the way I walked over a sewer access (more like a ditch with a fence tho…) and froze, something caught my eye, something red over black, a black widow not ten centimeters away from my foot. Now most people would (or will…) mock me for this, and they’d be right to do so, if it wasn’t for all that poison this itty bitty eight legged thingys have. Not to mention my raging arachnophobia.
It was at that moment, that precise second that I unknowingly went straight into my dark corner of imagination where giant killer spiders dwell, the one place in my mind where all the walls are covered with cobwebs and itty bitty spiders loaded with poison that can corrode flesh down to the bone. A place in which every corner and small crack hides a black widow ready to take that doom spelling bite on my hide. The worse part of this dark corners of imagination is that getting out can be a real hurdle.
I tried to get rid of it, but I failed (miserably so) and to my (bad) luck it escaped only to make my imaginary hell even more intense, Never before had I been so freaked out about a bug. The night came after a while and with it my imagination played the nastiest tricks you can find in the book… at some points during the night I felt something walk on my arm, after that I felt the same on my ear and after that some pain ran through my leg (this freaked me out) but I realized it was nothing.
I spent the whole day outside today, when I got back around 10:30 the spider was still in the same place I found it, there she was, even though I had tried to get rid of it (honestly I would not stick around of a giant tried to kill me) the spider had not moved from its area. This got me thinking (on a more logic driven way) that maybe if “death by giant” did not cause it to move… Maybe it would prove unlikely for the itty bitty spider to climb the stairs of the hotel straight to the second floor to squeeze under the door of my room and across the living room, only to scurry through yet another door, climb my bed and bite my face.
By then the dude in charge of the hotel saw me staring at the sewer and got closer, he got a reaction similar to mine (this did not surprised me much, honestly), which forced the guy to get a can of raid and rain it down the spider’s lair with a dose of poison that could kill a bear. This sort of helped me break free of my dark corner and might help me sleep better tonight… But those who know spiders (you can’t despise something you don’t really know) can tell you that if there is one spider, there’s probably a loooooooooooot more (don’t believe me? Google it, but don’t come crying when sleeping becomes difficult).
I firmly believe that we are blessed by having imagination in our lives, but I know that it can turn and become and take us down an ugly road of fear… So in order to use our imagination safely we have to (or try to) control our irrational fears and distinct perceptions.